SIN PUDOR

Sin pudor ni vergüenza alguna fallaste,
salías, vestías, te relacionaste sin duda, 
hiciste todo lo posible por dañarme, 
te burlaste de mi, de ti misma, me usaste.

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Caer en tu propia trampa, ni lo imaginas,
nunca pensaste que estarías dañando,
siempre hiciste lo que primero te salía,
no te dio vergüenza con quien, en publico.

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Así fue, mas personas, yo veía, ¿ y mi amor?
cada vez cuan profundo caías, lo mataste,
y me dolía, porque era en nuestro suelo,
destruías, destrozabas, aniquilaste un amor.

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La amistad y confianza piden respeto,
se somete el pudor, el amor  y la ternura,
y  ni dinero, corona, poder  exigen, devela
no expone al amante de favores, ni impudicia.

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Pues con don nadie, o cualquier fulano,
sin permiso, sin sentido, alguno,
paso de todo contigo y el fulano,
Falta de recato y de pudor, no era.


ANALISIS.

Una humillación generalmente se trata de una forma de maltrato psicológico en el que una persona es tratada con crueldad, desprecio o falta de respeto. Es un ataque a la parte mas alta de la torre de la personalidad de un ser humano, su orgullo personal.

A menudo se produce en el contexto de una relación desigual, donde la persona que está siendo humillada se siente vulnerable y sin defensa.

La humillación puede dejar profundas cicatrices emocionales y afectar negativamente la salud mental y física de la víctima.

Afortunadamente, hay muchas formas en que las personas pueden sanar de este tipo de trauma y recuperar su autoestima y sentido de dignidad.

Yo mismo lo viví, lo sufrí, lo sentí, y puedo decir que sobreviví, me recupere pero no sane del todo.

Vi a muchas personas conocidas como la pretendían, y ella trataba de exponerse par que yo la vea para darme celos.

Los celos son una grave enfermedad.

Ej. Un  juego de amor con chofer; un policía, etc.

La herida de la humillación es una herida muy profunda y dolorosa. 
Si no se trata, la herida puede causar mucho dolor y sufrimiento. 
Hay varias formas de curar la herida de la humillación.

Es importante ser consciente de la herida y aceptarla. Si no se reconoce la herida, no se puede curar. Otra forma de curar la herida de la humillación es no sentir odio por nadie.  El método mas idóneo de curar la herida de la humillación es la mantener la autoestima.




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